miércoles, 24 de noviembre de 2010

Sentir que piensas con la cabeza

Hace unos días que ando leyendo escritos de personas explicando las dificultades que tenemos a la hora de expresar nuestros sentimientos. Y me quedo con una cosa:

Desde pequeños nos imponen una serie de normas, nos enseñan a razonar no a pensar con el corazón, ya que nuestros “maestros” (padres, madres, abuelos, hermanos, primos, televisores...) dicen que el dejarse llevar por los sentimientos es una locura, que no nos dan mas que problemas, decepciones y nos llevan a cometer locuras o incluso a la locura. Eso implica que poco a poco nos vamos formando consiguiendo que seamos personas frías, individualistas. Pero al cabo de los años, ese instinto vuelve a florar, algunas personas mas que a otras, y no sabemos hacerlo porque tenemos miedo del fracaso, del desprecio y lo peor, que no nos lo acepten. De este modo poco a poco vamos llenando nuestro ser de sentimientos sin dejar escapar a ninguno, llevándonos a la locura, a los divanes y a necesitar ayuda. Hay quienes se compran un animal de compañía, hay quien se quedan mudo delante del sofá, otros lloran y empapan las almohadas, otros buscan cosas en las que distraerse, pero todos buscan lo mismo.

Al cabo del tiempo nos damos cuenta que en la única situación donde se nos esta permitido liberar todos esos sentimientos es en el amor, así pues nos convertimos en unos locos en busca de una persona con la que podamos explotar y desahogarnos. Y el fin de la vida de muchas personas es eso, una pareja.


Y como se me ha terminado el CD de Yann Tiersen, que era el que me hacia escribir estas cosas, me despido.

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